Uno de los signos de la postmodernidad es la combinación contradictoria de dos lógicas de administración del poder. La económica basada en la exclusión de los débiles y la política, fundada en el precepto democrático de la participación ciudadana mayoritaria.
En la gestión del gobierno las expectativas de mejoramiento social se mezclan con las demandas empresariales de compensación a causa de las "imperfecciones" en el funcionamiento del mercado, provocadas por la intervención del Estado en ciertos ámbitos de la vida económica. La clave de la estabilidad política, o si se prefiere el problema de la gobernabilidad en el marco democrático, consiste en el manejo político de las demandas económicas y sociales en un escenario de control cruzado de la disposición de recursos fiscales.
El propósito del estudio, cuyos resultados conforman este volumen, es el de aproximarse a la comprensión, sobre bases empíricas, de las relaciones entre el Estado y segmentos populares de la población, a fin de confrontar ciertas hipótesis vinculadas a la cuestión de la gobernabilidad.