El estudio de sistematización de prácticas ejemplares, cuyos resultados presentamos en esta obra, parte de reconocer que las orquestas y coros de El Sistema son escuelas de vida social, donde se forman competencias, se cultivan valores sociales y se estimulan comportamientos ejemplares. En esos espacios de aprendizaje y convivencia los integrantes del programa (niñas, niños, adolescentes y jóvenes) desarrollan su autoestima, adquieren disciplina y hábitos de estudio, aprenden a ser constantes, crean compañerismo, aprenden a trabajar en equipo con esfuerzo y dedicación, por el logro de metas comunes y niveles de excelencia. Estas cualidades conducen a su integración social en un ambiente de convivencia, donde los valores de tolerancia, armonía, responsabilidad, colaboración y solidaridad predominan, al tiempo que crecen estimulados y comprometidos con una cultura de paz.