La historia de FLACSO Sede Ecuador ilustra, de alguna manera, la dificultad de la construcción institucional en países como el nuestro, pero también es el ejemplo de cómo salir de ese destino, a veces inexorable, que pareciera marcar la vida de las instituciones académicas. A lo largo de su existencia, en esta Universidad de postgrado, se despidió tres veces al conjunto de su planta docente, se suspendieron proyectos en ejecución, se tuvo que negociar con acreedores para evitar la quiebra, defender la provisión de recursos públicos para evitar su cierre, y procesar los cientos de escenarios que ponían en riesgo su existencia misma. Ese tipo de riesgos ya no existen más en el momento actual: los cimientos de FLACSO Sede Ecuador se han fortalecido, es más, FLACSO ha crecido en todos sus aspectos y podemos decir que va para adelante. Los últimos ocho años de gestión ilustran una fase vital de este proceso de construcción institucional. Lo muestran las cifras. El trabajo constante, el cumplimiento del Plan Estratégico, las distintas variables, hablan de una institución cada vez más sólida, más organizada, cumpliendo metas y autoevaluándose permanentemente, con un equipo humano que ha hecho posible que ahora, en el 2012, podamos decir que hemos puesto una pica en Flandes.