La evaluación del sistema político democrático se concentra en el periodo que va del año 2005 al presente 2011. Las elecciones presidenciales que dieron un triunfo substantivo a Evo Morales, también estuvieron acompañadas de las elecciones prefecturales, momento en el cual surgieron con particular influencia las demandas autonómicas. Desde entonces, Bolivia estuvo sacudida por presiones enraizadas en intensas movilizaciones indígenas, sindicales, corporativas, municipales y cívicas que planteaban un típico debate en torno a dónde reside, finalmente, la soberanía de una democracia. Esta investigación propone considerar una hipótesis que afirma lo siguiente: el sistema democrático boliviano evidencia un deterioro, tanto institucional como ideológico porque grandes porciones de la sociedad civil se decepcionaron con el desempeño que tuvo la democracia, especialmente en el campo económico, la generación de oportunidades y el alivio a la pobreza. Asimismo, los conflictos expresan una permanente rivalidad entre las visiones de una democracia representativa que planteaba un tipo de integración sistémica con la economía de mercado y la administración a cargo de los partidos políticos, frente a otras concepciones democráticas que defienden la integración política multicultural, con alternativas de decisión sobre la base de instituciones de democracia directa.