Ecuador es uno de los países más pequeños de América del Sur y es el que más refugiados acoge en la región. A diciembre de 2010, Ecuador había reconocido 53.342 refugiados, en su inmensa mayoría colombianos. La política del Ecuador en materia de refugio refleja la coherencia con los estándares internacionales y el espíritu solidario del país con la población refugiada. Gracias a esta política, miles de refugiados colombianos encontraron la protección que su país no les pudo brindar. Esta generosidad merece ser correspondida y apoyada por la comunidad internacional en el marco de la responsabilidad compartida. Los refugiados urbanos representan un reto impostergable para la comunidad internacional, tal y como afirmó el Alto Comisionado, Sr. António Guterres en los diálogos de protección de 2009: "La presunción de larga data, en el sentido de que las poblaciones del interés del ACNUR [las personas refugiadas, desplazadas internas, retornadas y apátridas] provienen principalmente de las áreas rurales, y que residen ahí, se encuentra en desacuerdo con la realidad (...). El estatuto de refugiado y la protección a la que tienen derecho estas personas, no está vinculado al lugar de residencia, como tampoco el hecho de que puedan estar residiendo en áreas urbanas disminuye los deberes y responsabilidades de los Estados de acogida, del ACNUR o de otras partes involucradas".