En épocas anteriores, la movilidad humana estuvo ligada al desarrollo de las telecomunicaciones y redes entre las diferentes sociedades y culturas. Resulta paradójico, pues, que en un mundo más interconectado que nunca, en donde las corrientes de información, financieras y comerciales expresan el apogeo del proceso globalizador, los movimientos de población, en cambio, afronten intensas barreras y restricciones que, por el contrario, discuten tal globalidad. El presente trabajo esboza varias experiencias municipales – tanto nacionales como extranjeras – de su labor en torno a la migración internacional. Con ello se ha planteado un conjunto de propuestas y estrategias, las mismas que sostienen que un desarrollo local efectivo puede anteponerse a las contradicciones de la migración, gracias a la construcción de mecanismos de inserción global, es decir, condiciones de desarrollo preexistentes a un proceso migratorio desvinculado a los derechos humanos.