Al Estado le compete la función de garantizar el bien común y proteger los derechos de las personas en los diversos ámbitos en que éstas se desenvuelven. Asimismo, está llamado a crear y favorecer condiciones que colaboren con el desarrollo integral de los sujetos.
Dentro de este marco, SERNAM asume el ámbito de la sexualidad y la salud sexual y reproductiva como una dimensión fundamental en la vida de hombres y mujeres, cuya vivencia en condiciones adecuadas de información, formación y libertad para hacer decisiones constituye un aporte significativo a la calidad de vida de las personas. Reconoce, además, que la existencia de problemas como el embarazo adolescente, el embarazo no deseado, el aborto, el abuso sexual a mujeres, el acoso sexual, la prevalencia de las enfermedades de transmisión sexual y el VIH-SIDA, entre otros, son realidades que hacen evidente que en nuestra sociedad persisten situaciones de vulneración de derechos y discriminación contra las mujeres.