Según un Informe sobre Derechos Humanos del 2003, en Chile durante 1990 una mujer de cada 28 hombres era VIH positiva, en el 2001 la brecha se redujo entre mujeres y hombres, es decir, una mujer de cada 6 hombres . El número de mujeres casadas que viven con el virus ha crecido en forma alarmante, especialmente en algunas ciudades del norte del país, donde la principal vía de contagio para las mujeres son sus parejas que mantienen relaciones sexuales con personas dedicadas al comercio sexual. Las mujeres que viven con el virus son en general dueñas de casa (48%) o que laboran en actividades de servicio de baja remuneración (3,4%) como temporeras, trabajadoras domésticas, operarias de talleres de costura o de vendedoras ambulantes.
El 90% de las mujeres con VIH/SIDA viven en países subdesarrollados y pertenecen a sectores más pobres, la adquisición del virus es primariamente vía transmisión sexual. Las mujeres afectadas y enfermas por el VIH son el 42% de la población y dos tercios de ellas son mujeres jóvenes, pobres, casadas, que no consumen drogas y que no han tenido relaciones sexuales con otros compañeros en los últimos años. La mayoría tiene dificultades para acceder a los servicios de salud reproductiva, a la atención y tratamiento de las enfermedades y la satisfacción de otras necesidades básicas.